El sonido del terror y los gritos, ¿se parecen?
La música que a menudo se escucha en las escenas de películas de terror suele ser descrita como algo "que evoca un grito", y es precisamente esta proximidad acústica entre los sonidos lo que nos eriza
En las películas de terror, comúnmente se utiliza una música que se asemeja a un grito, y es precisamente esta similitud acústica entre los sonidos lo que nos hace sentir temor.
Los gritos, sirenas y alarmas tienden a generar una fuerte repulsión en los seres humanos, al mismo tiempo que desencadenan una respuesta neural subcortical más intensa. Utilizando una medida llamada "espectro de potencia de modulación", que cuantifica la porción del espacio acústico que se percibe como "rugosidad", se ha descubierto que los gritos humanos comparten un rango de modulación similar con otros sonidos utilizados para señalizar peligro, como las alarmas o las sirenas. Estos sonidos tienden a generar repulsión en los seres humanos.
La música que acompaña a estas escenas aterradoras reproduce de manera acústica lo que emiten los sonidos cuando gritamos (o cuando los demás gritan), y ambos tipos de sonidos utilizan un rango de modulación significativamente más elevado. Esto sugiere que la música que acompaña a las escenas de terror reproduce acústicamente lo que generan los sonidos de los gritos humanos.
Por consiguiente, escuchar esta música aterradora desencadena una respuesta de miedo y repulsión similar a la que generan los propios gritos. Sin embargo, se ha observado que los gritos tienen una puntuación de modulación más alta que la música que se asemeja a ellos, lo que sugiere que los gritos transmiten un peligro potencial mayor que la música siniestra y, en consecuencia, provocan reacciones más intensas.
En resumen, el sonido que resulta más aterrador no es la música discordante que sigue al asesino cuando aparece en la pantalla, sino los gritos de aquellos que están viendo la película.
-Juan Pedro Arriola